La emoción y los sentimientos

La emoción define nuestros sentimientos, y estos, prolongados en el tiempo, marcan nuestra personalidad. Sin embargo, no estamos condenados a ser lo que la emoción nos dicte, ya que podemos hacer mucho más por nosotros mismos.

¿Qué es la Emoción?

La emoción es una reacción subjetiva ante los acontecimientos que vivimos. Todos, en mayor o menor grado, somos seres emocionales. La información que proporciona la emoción al cerebro se graba en la amígdala, el centro de supervivencia básico de nuestro organismo. Las emociones que experimentamos son comunes a la mayoría de las personas, como el miedo ante la muerte o una amenaza física, la tristeza por la pérdida de un ser querido o cualquier experiencia traumática, la agresividad ante el sentimiento de ataque, o la ansiedad al sentir que no podemos alcanzar nuestras metas. También sentimos emoción ante experiencias positivas, como el enamoramiento, el éxito o momentos de ternura. Una característica particular de la emoción es su brevedad: sentimos miedo mientras estamos en peligro, pero una vez que el peligro pasa, ese miedo desaparece.

Impacto Fisiológico de las Emociones

Las emociones generan reacciones fisiológicas en el cuerpo, como el estrés o el placer, dependiendo de lo que hayamos vivido. Sin embargo, cuando estas emociones se repiten con el tiempo, pueden crear un sentimiento que, a diferencia de la emoción, es más duradero. Si estos sentimientos persisten, acaban formando parte de nuestra personalidad.

No Somos Esclavos de Nuestras Emociones

Es común preguntarnos si realmente somos tristes o si hemos aprendido a estar tristes como un mecanismo de defensa. ¿Somos realmente temerosos, exaltados, codiciosos, melancólicos, o es solo una estrategia que hemos desarrollado para enfrentarnos a la vida? Nuestras emociones a menudo son tan determinantes que limitan nuestra percepción del mundo. Si nos sentimos inseguros, tendemos a vernos inferiores a los demás, lo que dificulta atraer experiencias positivas a nuestra vida.

El Papel de la Consciencia en el Control Emocional

Lo que nos separa del mundo animal es la consciencia. Somos capaces de detenernos y preguntarnos por qué sentimos lo que sentimos. Podemos analizar cómo nuestras emociones afectan nuestro comportamiento, y si estas nos están limitando, podemos intentar cambiarlas.

Descubre nuestra app

Apende a conocer tus emociones

Ver más artículos